En nuestra planta de producción de tubos sin soldadura en el País Vasco, estamos llevando a cabo una transformación profunda. Gracias al proyecto europeo iWAYS, Tubacex lidera la implantación de tecnologías de nueva generación para recuperar calor, agua y materiales de los procesos industriales, sin interrumpir ni un solo minuto la producción.

Uno de los hitos clave ha sido la instalación del sistema Heat Pipe Condensing Economiser (HPCE), que permite capturar el calor residual de los hornos y reutilizarlo en el propio proceso, reduciendo de forma significativa el consumo de gas y las emisiones de CO₂. Paralelamente, se están probando sistemas avanzados de tratamiento de agua basados en membranas, con el objetivo de reciclar hasta el 95% de las aguas residuales industriales. Un avance relevante para la industria del acero.

A pesar de la complejidad que supone incorporar estas tecnologías en una operación continua 24/7, los primeros resultados son prometedores: más del 30% de reducción de emisiones contaminantes, reutilización de más del 60% del agua presente en los gases de combustión, y recuperación de hasta un 80% del calor generado durante el proceso.

Pero estos logros no son solo avances tecnológicos: son decisiones estratégicas.

Esta iniciativa está plenamente alineada con nuestro plan estratégico NT² 2027, que sitúa la economía circular en el centro de nuestro modelo industrial. Desde soluciones tubulares de bajas emisiones hasta sistemas de monitorización energética digital, estamos construyendo una organización orientada a minimizar residuos, reutilizar recursos y maximizar el valor de cada input a lo largo de su vida útil.

El proyecto, coordinado por la Universidad de Módena y Reggio Emilia, cuenta con financiación del programa de investigación e innovación Horizon 2020 de la Unión Europea, bajo el acuerdo de subvención Nº 957284.

En Tubacex, la sostenibilidad no es un proyecto paralelo: es la vía para reforzar nuestra competitividad, reducir el impacto ambiental y generar valor a largo plazo para nuestros grupos de interés y para la sociedad. Así es como un tubo de acero pasa a formar parte de una Europa más circular, resiliente y competitiva.